Sorprende a los pequeños con una noche mágica medieval

A pesar de la crisis quién lee este artículo presupongo que tiene electricidad en su hogar porque si no fuera así no le sería posible cargar ni el teléfono móvil, ni el ordenador, ni la tableta,...y por tanto no tendría acceso a este blog. Y los pequeñajos que rodean al lector, y que han nacido hace pocos años, ni se imaginan lo que sería vivir sin electricidad. Posiblemente sepas de muchas iniciativas del tipo "vivir sin dinero",  se trata de personas adultas que en muchos casos han vivido esclavos de la sociedad materialista y un día, más que cansados, deciden que puede existir un mundo sin dinero. Hay una muy conocida del británico Mark Boyle que decidió  renunciar a todo lo que tenía durante un año para ver si era capaz de vivir sin dinero, y no sólo fue capaz sino que descubrió que era mucho más feliz. Siva esto de introducción para:

 Una Noche Medieval: A la cálida luz de las velas...

Pues bien, esta semana os propongo una gran idea compartida por unos padres y que yo misma he llevado a la práctica en mi familia con un resultado asombroso. Es una iniciativa infinitamente lejana a la de Boyle, pero tiene un pequeño nexo común: que nuestros hij@s descubran cómo es una noche prescindiendo sólo de la iluminación eléctrica.
La hemos llamado La Noche Medieval, aunque sabemos que por desgracia no hace falta remontarse a la Edad Media para encontrar hogares sin electricidad. Este eufemismo me pareció bien ya que en mi opinión los niñ@s no tienen la culpa de los problemas del mundo, y eso de decirles que tienen suerte por vivir mejor que otros lo considero un poco cruel, aunque quién crea que sus hij@s están preparados puede enfocarlo en ese sentido.

De momento la propuesta es un poco más lúdica, a la vez que barata, y tiene efectos increíbles.
Consiste en iluminar con velas toda la casa durante una única noche, para convertir el momento del baño, la cena y acostarse en algo mágico. Veréis cómo niños y mayores quedáis fascinados por la luz incandescente de las velas, y cómo ésta es capaz de cambiar por completo el aspecto de tu hogar no sólo por la intensidad de la luz, sino la colocación de las velas que proyectan las sombras en lugares diferentes a los habituales, la calidez de su luz que genera texturas suaves, hace bello lo viejo, adquirir brillo a lo que sería mate con la luz de una bombilla, dar a una cara pálida un rosado saludable y amable... No es por casualidad que se asocia una cena romántica con la luz de velas, es que la atmósfera se llena de magestuosidad y esto la observación ingenua infantil lo capta al vuelo, no hará falta que le digas que se fije, verás su sonrisa al apagar la luz con todas las velas encendidas.

Merece la pena el pequeño esfuerzo. Seguro que tienes por casa velas que jamás se te ha ocurrido encender, no son caras así que anímate a hacerlas desaparecer en una noche. Son como las flores frescas, inundarán la casa de vida mientras brillan, aunque sabemos que se agotarán sin remedio. Mi experiencia ha sido tan maravillosa que puedo decir que pocas veces he visto a mi hija tan entusiasmada y feliz, hasta se trajo a Minnie a cenar con nosotros, y se durmió con luz de velas como luz de referencia en su cuarto.

Baño a la luz de las velas

Y aprovechamos el momento del baño para darle el gran gusto, que en nuestra casa está "prohibido" habitualmente, de llenar la bañera de espuma, y la espuma a la luz de la vela adquiere un color y un brillo especial.

Puedes usar esta noche como un hermoso premio para tus hijos por algo que han hecho bien, o como regalo de cumpleaños (todos decimos siempre "tienen muchos juguetes" y seguimos comprándoles más...) o simplemente "porque ellos lo valen".

No prives a tus hijos de una noche mágica: La Noche Medieval, y si estás en Europa que sea antes de que llegue la primavera y nos anochezca tan tarde que cenemos de día...Y estás invitado a dejarnos tus experiencias, aquí abajo, en el apartado comentarios...

Haz que su infancia no esté 

sólo cargada de deberes, 

sino también de sorpresas...

Y un último detalle no menos importante: No dejes que la magia se convierta en un infierno ¡que las velas arden!, revisa que no estén cerca de cortinas, ni de corrientes de aire, no te ausentes mientras están encendidas, no dejes a tus hijos sólos con ellas, ni las dejes encendidas mientras duermes. Es evidente pero me sentía en la obligación de recordarlo.