Una merienda divertida, creativa y sana.
¿No hace tarde de salir fuera? ¿está lloviendo o al contrario hace mucho calor? Hay algunas alternativas antes de encender la tele y dejar a tus hijos como setas viendo dibujos. Pero a veces la decisión es repentina y no te da tiempo a preparar ninguna actividad que hacer con ellos en casa, por desgracia en estos casos la opción de poner una peli viene siendo la que más posibilidades tiene…
Bueno pues te voy a proponer algo divertido, creativo, que
acabaremos degustando, y que no requiere preparación previa alguna; sólo con
algunas cosas que cualquiera tiene en su cocina puedes organizar un juego
sencillo para niños de todas las edades, basado nada menos que en las obras del
fotógrafo británico Carl Warner.
Primero busca una mesa amplia y despejada, después recopila todas las frutas, frutos secos y legumbres que tengas por casa… y el juego consiste en ¡hacer figuras con los alimentos!
Primero busca una mesa amplia y despejada, después recopila todas las frutas, frutos secos y legumbres que tengas por casa… y el juego consiste en ¡hacer figuras con los alimentos!
Empecemos con un ejemplo fácil, vamos a crear una cara en
relieve sobre la superficie de la mesa: una pequeña patata puede ser la nariz, dos aceitunas
para los ojos, la sonrisa la hacemos con fresas, las raíces de puerro nos
sirven de pelo, dos cerezas para los coloretes, dos gajos de mandarina para
hacer las orejas y ¡lo tenemos! Como puedes comprobar, las combinaciones son
infinitas a gusto del artista.
Una vez terminadas las obras fotografiamos todas para ¡poder comernos la fruta! La foto se verá todavía más espectacular que el original y la merienda, además de sana, se convierte en un juego.
Una vez terminadas las obras fotografiamos todas para ¡poder comernos la fruta! La foto se verá todavía más espectacular que el original y la merienda, además de sana, se convierte en un juego.
Se puede empezar por una carita que es lo más fácil y
complicar según nuestra audacia ya que podemos crear lo que se nos ocurra, y ¡también
en tres dimensiones! desde un barco, un castillo, una mariposa o un corazón de
fresas; hasta una aldea o ¡una ciudad entera! Aquí la imaginación no tiene
límites. Tenemos la opción de recurrir a otros tipos de alimentos como dulces,
pan, queso, copos de maíz, pasta, gominolas, etc.; e incluso darles la forma
deseada moldeándolos o cortándolos. Los palillos son grandes aliados a la hora de
unir las piezas.
Ínspirate con la maravillosa obra de este fotógrafo en su página web, a los pequeños les encantará:
Y por último, ¿te imaginas una de estas obras en la mesa de cumpleaños de tus hijos? Anímate a preparar el catering más espectacular de tu vida… puede ser tan entretenido como montar el belén en Navidad, ¡pero mucho más original!
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